Las plazas constituyen los espacios de relación e interacción social por excelencia dentro de los tejidos urbanos. Son espacios que a su vez cuentan con un enorme valor simbólico y carga cultural ya que el hecho de que allí se concentre históricamente la mayor parte de la actividad social, comercial, institucional y religiosa, hace que estas queden asociadas a la imagen representativa de la ciudad, y por tanto a su identidad. El análisis de la imagen urbana de Vinaròs pasa por tanto por el de sus plazas históricas más emblemáticas: Sant Antoni, Sant Agustí, Jovellar, passeig y Primer de Maig.
PLAZA DE SAN ANTONIO
La Plaça de Sant Antoni o de la Constitució, con sus frondosos álamos, era el único espacio de la ciudad con una fisionomía de parque durante el siglo XIX y principios del XX, un espacio de paseo y de relación social, que perdería gran parte de su encanto y armonía visual dentro del paisaje urbano, tras las reurbanizaciones de la misma en los años 1974 y 2006, dando lugar a una plaza dura de hormigón, donde el coche adquiere un mayor protagonismo.
Al localizarse un aparcamiento subterráneo debajo de la plaza, esta pierde su condición de espacio verde, incapaz de albergar arboles de envergadura como los antiguos álamos ya desaparecidos. Asimismo, cabe mencionar que el carácter paisajístico se rompe también por la presencia de nuevas edificaciones más modernas, entre las cuales destaca de forma notable el edificio de la Inmaculada, levantado en 1968 (uno de los primeros edificios en altura junto con el de Sant Pere y Sant Sebastià), con una altura desproporcionada en relación con el entorno histórico pero en consonancia con la nueva imagen urbana del frente litoral.